Luigi Ciotti: El cura que se puso al frente de la lucha antimafia
Luigi Ciotti el cura que se puso al frente de la lucha antimafia, sacerdote italiano, presidente de la asociación antimafia Libera, explica que desde los años 70 en Italia más de mil 600 asociaciones dieron la batalla política para reformar una ley constitucional que confiscara los bienes de las mafias, para hacerlos bienes colectivos, “algo transparente y público para la sociedad, para formar cooperativas y de esta manera dar trabajo a los jóvenes”.
Ciotti empezó a los 17 años cuando fue imposible dejar de ver la catástrofe que dejaba a su paso la guerra de las mafias, tres años después dio origen a; Abele, “Fuimos de los primeros en estudiar estas conexiones y denunciar que las miles de víctimas de la droga también eran muertos de la mafia”. El trabajo en las calles con las personas más frágiles, es el corazón que comparten Libera y Abele ambas le pertenecen a la gente, ambas son navegadas desde la fe en las mareas altas de la criminalidad. Grupo Abele, que se ocupa de defender los derechos de los grupos minoritarios, y Libera, fundado hace 20 años para combatir la corrupción y grupos criminales.
En Enero de este año y en el marco de la presentación de la campaña #MexicoXlaPAZ, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos a través del Programa de Atención a Víctimas en coordinación con la Red Retoño, Libera-Internacional, Grupo Abele, Cauce Ciudadano, Unión Europea, Sikanda y Alas, realizó el conversatorio: “Transformando la indignación en acción: La antimafia italiana”. La campaña México por la Paz, ha realizado diversos conversatorios en los más de tres años de haberse dado a conocer por Libera Internacional, desde la Red Retoño para la Prevención Social de la Delincuencia Organizada, espacio de incidencia colectiva para prevenir, mitigar y atender los daños causados por la delincuencia organizada en México, desde una perspectiva de seguridad humana.
Quiero agradecer su hospitalidad, he venido muchas veces a México. Justo en estos días unos amigos me entregaron libros que hemos coeditado sobre el tema de las drogas. Como Gruppo Abele (Organización sin fines de lucro italiana) nos habíamos hecho portadores también del tema de las dependencias de las drogas con unos contactos aquí en México para realizar proyectos juntos, compartir experiencias y ayudarnos. Creo que se deben compartir experiencias y luego cada uno debe conjugarlas en su propio contexto y territorios, en su cultura y en el camino de las personas. Esto nos ha permitido conocernos: decir droga quiere decir también mafia. El tráfico de substancias estupefacientes está en manos de organizaciones criminales casi en su totalidad, especialmente de las de tipo mafioso. Entonces, como en Italia, Libera nace un poco de la historia del Gruppo Abele, que luchaba contra las distintas formas de dependencia y no sólo. También las formas de explotación, la prostitución, la trata, la corrupción o la ilegalidad. Ha sido más fácil aquí sentir la necesidad de crear una colaboración.
En este conversatorio el sacerdote que se puso al frente de la lucha antimafia, dio a conocer que con la ayuda de más de 1600 asociaciones nacionales diferentes, de diferentes perfiles y temáticas, lograron juntar todas estas asociaciones para contribuir al combate a la criminalidad, la corrupción, las diferentes formas de ilegalidad, en la lucha contra la mafia, la importancia de no dejarnos solos como países, el camino de la legalidad para combatir la cultura de la mafiosidad, la lucha contra el olvido, unirnos al grito de la libertad pero sobre todo, como lo menciono varias veces durante su participación, crear lazos que permitan que la esperanza no se nos derrumbe ante el clima de dolor y violencia que nos sucede como países, como hermanos, como seres humanos que tienen el derecho a vivir dignamente.
Transformando los “bienes”en un bien común
A inicios de los años 70 en Italia fuimos el primer centro de atención y prevención de drogas, ahí comenzamos con la batalla política de implementar servicios esenciales para el apoyo de las familias y reencontrar a los jóvenes para ofrecerles un espacio con oportunidad, ha sido una batalla política y no ha sido fácil para nuestro país, el Grupo Abele cumple este año 50 años de servicio, y nosotros como Libera 20, cada día trabajando con los temas que nos lastiman, como la prostitución y todo lo que crece en el mundo de las marginalidades.
Pero las voluntades se encuentran y se organizan, hoy podemos encontrar a Libera en Berlín, en Londres en París, y como en las experiencias que ustedes mismos han construido hoy mismo nuestra pequeña contribución en América Latina.
El papa Francisco le llamo a esta crisis; la tercera guerra mundial, con más o menos 80 las naciones en conflicto, que están involucradas en alguna lucha contra el terrorismo y que sus ciudadanos sufren las consecuencias de la violencia. Nosotros nacemos de la muerte, después de las masacres de la mafia.
Cuando Libera nació, compartidos el sueño de Pio Latorre. Siciliano, diputado y sindicalista, él había intuido que se tenían que meter en el código penal los crímenes de tipo mafioso. Luego esa ley se hizo, pero él no la vio porque fue asesinado antes. Otra gran intuición suya fue que había que sustraer a los mafiosos los patrimonios porque ¿qué es lo más molesto para jefes y capos? Su objetivo es el poder, el dinero, la fuerza, y entonces les molesta el hecho de que les quitas este poder y su imagen, además de aquellos patrimonios que acumularon a menudo matando y violentando. Cuando nace Libera, pensamos que su sueño se cumpliría. La ley que había era incompleta, no preveía cabalmente la confiscación de bienes. Por eso recolectamos un millón de firmas para que los ciudadanos tomaran una posición y se sumaran para pedir al parlamento y a la política una ley adecuada.
Entonces nace Libera con tres objetivos, el primero es acercarnos a las víctimas inocentes, una memoria que se tiene que transformar en acción, compromiso, que no los debe dejar solos, que tienen que luchar por su dignidad y sus derechos. Un segundo objetivo es en el espacio educativo y cultura, el gran trabajo en las universidades, en las escuelas, en todos los niveles, esta es nuestra gran diversión, porque es la cultura la que despierta las conciencias. Debemos transformar la idea de la mafiosidad, se ha convertido no sólo en una expresión de las culturas si no en una forma de sobrevivencia, y debemos detener esta idea, debemos impedir que se siga extendiendo la mafiosidad cultural. El tercer objetivo es sustraer los patrimonios a los mafiosos, que eran bienes en sus manos y ahora se convierten en bienes comunes, regresarlos a la colectividad, que tienen que ser transformados cuando se puede, en uso social. Así hemos resignificado los lugares de dolor en lugares de vida, los capos que antes pertenecían a la mafia, se convierte en un hogar para niños o en una casa para adultos mayores, esas son nuestras pequeñas victorias, ese es un ejemplo de voluntades que se unen por un bien común.
Hoy son centenares las asociaciones que acceden a ellos mediante convocatorias públicas. Abrimos un poco este camino, creando las primeras cooperativas sobre terrenos agrícolas, pero a través de los municipios. Los bienes incautados a mafiosos quedan en las manos del estado que los encarga a los municipios que, a su vez, pueden usarlos para el bien común o darles un uso social encargándolos a las cooperativas. El estado no da dinero a las cooperativas sino a los municipios, siendo ellos los gestores. Tratamos de crear cooperativas agrícolas con el proyecto Libera Terra, optando por cultivos biológicos. Esto significa dar laburo. Era difícil, hace 20 años, tan sólo imaginar en nuestro país que las riquezas de las mafias pudiesen volverse oportunidades de trabajo, en lugares estimulantes para la participación civil, y herramientas de cambio, como resultado de los esfuerzos colectivos, libera terra la podemos encontrar en NY, Tokio y Paris, estos pequeños avances nos hablan de que sí es posible alcanzar esa justicia social, que es posible acceder a una vida digna pero sobre todo darle dignidad a la libertad. Los estados deben enfocarse en recuperar esos bienes que la mafia arrebata a las comunidades y regresarlos como espacios de oportunidad de la población.
En la lucha contra el olvido
La resignación es una enfermedad mortal, nos deja en el abandono absoluto, nos sumerge en el olvido y en la desmemoria, no basta con conmovernos un día al año, debemos movernos cada día, decir “ya basta” desde adentro, con el corazón en cada grito, si hay una enfermedad mortal hoy, es la indiferencia, pensar que le toca a otros hacer las cosas.
(…) Por el dolor y la vida, luchar por todas las víctimas, víctimas inocentes, para que sus familiares no dejan de buscar, de luchar, quienes exigen el regreso de sus familiares, por ellos Libera hizo una promesa, y comencé este camino, que es para los pobres, los olvidados, los desterrados, los que libran día a día una lucha contra el olvido, para los que no se cansan de luchar por la paz.(…)
Debemos tenernos fe como humanidad, si uno de nosotros inventa un camino que nos acerque a la paz, a la dignidad, a la libertad debemos seguirlo y fortalecerlo, en mi país, hoy, el 85% de las facultades universitarias italianas han firmado el protocolo para confiscar bienes a la mafia y convertirlos en espacios educativos, han diseñado e implementado cursos de estudio.
En su país, México, un ejemplo de eso, es la labor que en México ha hecho el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad con Javier Sicilia al frente desde el 2011, un padre que perdió a su hijo en manos del crimen e inició un camino para recuperar la paz y no dejar en el olvido a las víctimas asesinadas en su país, como él , en mi camino, he conocido a protagonistas que han marcado distintas maneras de hacer camino contra el olvido, como aquella mujer que conocí hace 20 años y me enseñó a transformar el dolor, ese dolor que ninguna palabra lo describe, me dijo; “un mismo asesino nos está matando a todos, la violencia”; porque esa mujer que conocí hace 20 años, me mostró que el mismo día que asesinaron a su hijo, la habían asesinado a ella, ese 6 de agosto de 1985, ella también estaba muerta, sin embargo inicio una lucha contra el olvido sumándose a Libera librando una batalla desde el alma, por los olvidados, los desterrados, los sobrevivientes de la violencia, lo que cada día toman su dolor y su pérdida como un compromiso para transformar con pequeñas acciones nuestro mundo y ganarle la batalla contra el olvido.
Es importante generar días que convoquen a la memoria colectiva, la propuesta del 21 de marzo el primer día de la primavera en Europa, es un día para recordar a todas las víctimas de la violencia de estos actos criminales, sabemos que es algo pequeñito, pero son estos pequeños actos simbólicos que hacen camino contra el olvido, acciones que hacen coincidencia entre lo humano y lo político, en Europa se recordaran a todas las víctimas de la violencia de estos actos pero a la par es un día para reclamar de manera conjunta el derecho a la verdad, el 75% de los familiares de víctimas inocentes de la violencia criminal mafiosa, no conocen la verdad, y eso lo ha dicho muy bien Javier Sicilia “no puede haber justicia sino no hay verdad”. En México ha encontrado asociaciones, iniciativas con objetivos generosos, valientes, maravillosos, pero que deberían de estar más apoyadas por la política del país, porque ese trabajo silencioso y difícil en las comunidades es muy importante.
La lucha contra la mafia, es también la lucha contra las violencias criminales, en México hay inteligencia, conciencias, hay iniciativas y personas que están ya en un camino correcto, adecuado, la lucha significa educación, cultura, trabajo, significa eliminar la corrupción, que la política tiene que actuar de manera concreta, porque las mafias son fuertes cuando la política es débil”, es importante un movimiento desde abajo, de ciudadanos, de asociaciones, de grupos, de iglesias, de personas que se comprometan, unir las fuerzas de los honestos para convertirla en una fuerza cultural, ética, política, contra el olvido, contra el dolor.
Que no se derrumbe la esperanza
Como ustedes lo saben y me lo enseñan las familias después de perder a un ser amado lo más difícil son los “muertos en vida” cuyo miedo, las amenazas, el clima de violencia, la in
certidumbre, el olvido, se les pega a las entrañas y son humillados en su búsqueda de la verdad, están privados de su dignidad.
Yo en mi país que es Italia continúo preguntándome: es posible que sesenta millones de italianos no puedan cambiar la página.
No es posible que las organizaciones criminales
sigan asesinado en Italia, el problema no solo
están las armas, ellos siguen siendo los mismos y lamentablemente el espiral de corrupción que las mantiene a flote, se ha fortalecido. Pero hay una violencia todavía más peligrosa, porque nos empobrece a todos, nos quita la dignidad, y es la mentira, la no-verdad, en este momento histórico está sucediendo y es un hecho peligrosísimo.
Toda esta red de familiares que está creciendo que aumenta que está asumiendo una responsabilidad verdaderamente maravillosa, su mayor trabajo es no dejar que se derrumbe la esperanza, que aprendamos el valor de tener más valor, es una paradoja. sabiendo reconocer las cosas bellas y positivas que existen para tomar coraje valor y sostenerla, pero también recoger en el tiempo y esto me lo digo a mí, las contradicciones ,las complejidades para mejorar, una cosa es cierta que los mafiosos lo han entendido y aprendido, cuando estábamos juntando millón de firmas, venían interceptadas algunas que decían “pero no, eso no va a servir, no harán nada de los que nos están diciendo”, va a acabar con una torre siciliana que en mil novecientos ochenta querían meter en el código penal de los actos mafiosos que antes no existía en Italia y quitar el patrimonio, aquella parte jamás habría funcionado nosotros relanzamos este uso social que pueda servir, no siempre, que pueda servir para el bien común para la colectividad, para que no se derrumbe la esperanza.
“No debemos de desanimarnos, es difícil, no es fácil por todas las víctimas, los homicidios, lo hemos visto en estos años”. Ya lo he dicho antes, aprendamos juntos a tener valor de tener más valor, una voluntad política más clara, una esperanza de que la transformación es posible, bases honestas que no dejen que la esperanza se nos derrumbe ante el dolor y la tristeza con la que convivimos día a día debemos de transformar la memoria en una ética de trabajo y de vida.
Libera Italia y México
Es un encuentro para generar un diálogo donde compartamos nuestras experiencias en la resistencia y en las luchas para recuperar la paz, la dignidad, la vida. Arranca desde la admiración, la atención, el reconocimiento y el respeto y la valorización por lo que estamos agradecidos con las organizaciones y movimientos que en esta lucha se comprometen, aún en riesgo de su propia vida. Por ello hemos querido compartir la experiencia en nuestro país de origen tal vez sirva como una referencia de acciones legales contra la ilegalidad.
México-Italia es un intercambio que nos enriquece recíprocamente. Cada vez que vengo aquí aprendo. Conozco experiencias, valor, creatividad, fantasía. Y el trabajo en las periferias, en los barrios y territorios difíciles. Toqué con mano el valor de reaccionar por parte de muchos, crecidos dentro de estas organizaciones a lo mejor desde pequeños, que finalmente se hacen promotores de un camino alternativo para salir de los circuitos criminales
Creo que tanto en Italia como aquí nos hemos apropiado de “grito de libertad”. En varios sentidos, por ejemplo quien es pobre no es libre, quien es aplastado por la violencia criminal no es libre, quien vive bajo chantajes no es libre, quienes viven bajo la prostitución no es libre, las madres, los padres, las familias enteras que buscan a sus desaparecidos no son libres, quienes viven con miedo, bajo amenazas, no son libres, quien esperan justicia por sus familiares asesinados, no son libres, los que vivimos bajo un estado de corrupción no somos libres, quienes vivimos en un clima de violencia, no somos libres, por eso este grito de libertad nos une, aun en contextos distintos. Además de ser el más preciado de los bienes, la libertad es la más exigente de las responsabilidades. Italia y México es un abrazo fraterno para decirnos unos a los otros, no estamos solos, y somos capaces de transformar esta realidad que tanto nos duele.
He dicho en otros espacios y conversatorios que el camino está cuesta arriba para todos. Son fundamentales para mí; la continuidad en hacer las cosas, aunque es difícil, compartir, ya que no se trata de la obra de navegadores solitarios. Creo en la unión de energías y pensamientos.
En cada país, aun con rasgos distintos y considerando que aquí por ejemplo la clase media es más reducida y es una tierra de extremos, el camino del “Nosotros”, de juntar fuerzas con corresponsabilidad, se torna importante. En fin, está la continuidad, el compartir, el nosotros y la corresponsabilidad. Ésta quiere decir que sentimos que tenemos que colaborar con las instituciones cuando hagan su parte, pero tenemos que ser espinas en su flanco cuando no se afirmen derechos, la igualdad y dignidad de las personas.
La Cultura de la mafiosidad y la narcocultura son muy parecida, la vemos en nuestro país, aunque ciertas cosas han cambiado. Nosotros y otros grupos hemos trabajado mucho en las escuelas, en las universidades, con los jueces, por una batalla cultural. Se dieron pasos, creo que tenemos una de las mejores legislaciones de contrasto a las mafias. Claro que luego hay que ponerlas en práctica. Lo que falta, por ejemplo, en un país como México es una comisión antimafia, la política tiene que equiparse. En una herramienta política fundamental. Nuestro papel es otro, apunta a la sociedad civil, a la educación, a la dimensión cultural, al compromiso social, porque tenemos demasiados ciudadanos a medias, según las corazonadas y los momentos, mientras que necesitamos de ciudadanos más responsables.
Tras lo ocurrido con Javier Sicilia hace unos años y ahora que regreso a México con el caso de Gisela Mota, y otros muchos, lamentablemente muchos casos de violencia, pienso simplemente que recibí otra vez una lección porque pienso en lo que significa ser padre o madre o hijo y ver mientras matan a tus seres queridos delante de ti. Yo vivo esa sensación profundamente adentro y sin duda te sientes impotente, sólo puedo decir como lo he dicho para otros medios y entrevistas; “juntemos nuestras fuerzas, con humildad, pero juntemos nuestras energías porque no es posible que eso siga ocurriendo”.
No debemos dejarnos solos, sigamos acompañándonos si no sentimos que nos lastiman también a nosotros, la memoria se vuelve algo retórico y la memoria es una herramienta poderosa para salvarnos, para que no vuelva a pasar.
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